Sajama: la nazca boliviana
Coordenadas Google Earth:
18 17 12.89 S - 68 41 40.32 W
La región boliviana de Sajama se encuentra en la zona occidental del país, donde todavía perviven las milenarias tradiciones del pueblo aymara.
Las misteriosas líneas están localizadas en el departamento de Oruro, región ubicada a unos 150 kilómetros de La Paz, capital boliviana, y a una altura entre 3.800 y 4.300 metros por encima del nivel del mar. La superficie sobre la que se extienden las misteriosas «trazas» es de 22.000 kilómetros cuadrados, dieciséis veces mayor que la ocupada por las famosas figuras de Nazca (Perú).
El viajero inglés Aimé Félix Tschiffely referenció por primera vez la existencia de las líneas, pero sería el antropólogo francés Alfred Metraux quien llamó la atención sobre su existencia.
De todos modos, ni uno ni otro pudieron apreciar la verdadera importancia del descubrimiento, pues sólo se puede observar el conjunto en su verdadero esplendor desde un avión a miles de metros de altura. Recientemente, un grupo de antropólogos y geólogos de la Universidad de Pennsylvania, tras meses de trabajo y utilizando las más modernas tecnologías y la ayuda de imágenes por satélite, lograron construir un mapa completo de las líneas, lo que ha abierto nuevas perspectivas para su comprensión.
Fechar el inicio de la creación de los trazos también supone un problema. Lo único probado, mediante determinados documentos, es que son anteriores a la conquista de los españoles.
Las líneas miden de promedio tres metros de anchura y fueron trazadas removiendo la vegetación de la superficie o, en otros casos, mediante una especie de zapa para extraer las rocas de la superficie. Se cree que para calcular el eje central de las líneas, sus constructores prendían unas cuantas fogatas, de manera que podían visualizar de un modo bastante claro cómo realizar los trazos.
Algunos lingüistas expertos en el idioma autóctono aymara han llegado a la conclusión de que los habitantes de la zona también se refieren a las «marcas» con un vocablo que perfectamente podría ser traducido como «línea».
De todos modos, los aymara ocultan a los antropólogos las tradiciones ancestrales que aluden al origen o función de las líneas, lo que ha llevado a muchos investigadores a la conclusión de que antiguamente –y todavía en la actualidad– tenían algún tipo de función religiosa. Una utilidad espiritual.
En los años 70, el escritor, fotógrafo y cineasta británico Tony Morrison estudió a conciencia las líneas de Sajama y otras similares del mundo andino, convirtiéndose en uno de los mayores expertos sobre este desconcertante enigma arqueológico.
Para dicho investigador las líneas se relacionan de algún modo con determinados lugares elevados y picos volcánicos del altiplano boliviano, los cuales cumplían con una función religiosa siglos o milenios atrás.
En su opinión: «Buena parte de los trazos parecen puntos blancos minúsculos en las colinas, y en los extremos de los mismos se encuentran pequeñas construcciones que todavía son sagradas para los modernos habitantes de la zona».
Por tanto, en opinión de Morrison y otros estudiosos, las líneas vendrían a ser algo parecido a «marcas» para un peregrinaje hacia ciertos lugares sagrados.
Por otro lado, los investigadores bolivianos Teresa Gisbert y Marcos Michel proponen que, al menos algunas de las líneas, tienen relación con determinados cementerios precolombinos, cuya ubicación se conoce gracias a las llamadas «torres de entierro» (chullpas).
Otros antropólogos y arqueólogos plantean hipótesis diferentes, como que están alineadas con algunos de los templos religiosos más importantes de América, como Tiahuanaco, la Isla del Sol o Machu Picchu, conformando así un «sistema de relación» que se extendería a otros países americanos.
Los hay que defienden también una significación astronómica, relacionando los trazos con los solsticios, los equinoccios y la posición de Las Pléyades.
Otras hipótesis más simplistas descartan cualquier explicación astronómica.
Desde esos puntos de vista las líneas simplemente tendrían una función orientativa, porque facilitarían la comunicación entre los diversos pueblos desperdigados en la región.
Mapas por satélite
Los especialistas de la Universidad de Pennsylvania, como ya comentamos anteriormente, lograron crear una representación completa de las líneas en tres dimensiones, mediante una combinación de mapas topográficos digitales, fotos aéreas e imágenes por satélite.
Las metas del «Proyecto Tierra de Sajama», según sus responsables, son: «Analizar accidentes topográficos y estructuras religiosas para hallar posibles alineamientos con las sagradas líneas de Sajama y desarrollar iniciativas para proteger este legado arqueológico».
De hecho, consideran que los misteriosos trazos son «un ejemplo extraordinario de la capacidad expresiva espiritual de los humanos».
Hasta el momento, los científicos estadounidenses han podido constatar que en la práctica totalidad de los casos las líneas están dispuestas en grupos de tres a diez, lo que concuerda con la teoría que defiende la existencia de una lógica en el trazado.
Cada grupo de líneas parte de un centro, en donde en la mayoría de los casos existe algún templo religioso o lugar sagrado.
Esto ha convencido a los científicos de la Universidad de Pennsylvania de que el trazado de las líneas tenía, principalmente, una motivación religiosa o espiritual.
Por supuesto, lo que sabemos hasta el momento es la punta de un enorme iceberg, pero la aplicación de las más modernas tecnologías a las investigaciones arqueológicas ofrece nuevas oportunidades para desentrañar los misterios de los antiguos pueblos y civilizaciones que poblaron nuestro mundo en un pasado remoto...
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FUENTE: http://vanubisxxi.blogspot.com/2010/01/adn.html
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