Después de las poderosas energias vertidas durante los días 8 y 11 de noviembre, sobre las cuales todavía estamos trabajando debido a la gran cantidad de información que fue revelada, se nos presenta la maravillosa corriente de sagitario, revelándonos la maravillosa y coordinada compenetración entre los “procesos individuales” y los acontecimientos cósmicos.

“Como es arriba es abajo” se confirma durante las energías de sagitario compenetrándose y manifestando en la realidad física con todos los acontecimientos y cambios que el portal 11-11 ha suscitado en nosotros y en el mundo.

El maravilloso encuentro del Sol, la Luna, Mercurio y Venus en Sagitario, signo de fuego (espíritu) de gran potencial energético nos ofrecen la posibilidad de sintonizar con las posciones más fuertes en el cosmos de Mercurio y de Venus (en conjunción con Plutón).

El sol símbolo igneo por excelencia nos inunda de ideales elevados, que la “apertura del portal consciente 11-11″ nos permite interpretad ahora con libertad y sin bloqueos de pensamiento, incitándonos a buscar y a ejecutar todo tipo de cambios.

La energía de Sagitario posee la proyección (idea o energía astral) que Escorpio ha acomulado, para destinarla al fin de conquistar la esfera espiritual, venciendo el instinto inconsciente (parte animal del centauro), para revelarnos la fusión y el perfecto equilibrio de los dos elementos humanos.

Mercurio sigue refinando nuestra mente permitiéndonos que lo convencional o lógico sea descartado para empezar a anexionar la sutileza y abstracción de los mundos sutiles a los que estamos abriendo nuestra percepción y conocimiento.

Marte en Virgo nos otorga el perfecto control instintivo e inconsciente para que las ideas puedan surgir liberadas de las necesidades físicas y nos permitan concretar todo el mundo subjetivo que se abrió ante nosotros en 11-11.

Neptuno en conjunción Quirón (el centauro) derrama la energía capaz de trascender la subjetividad brindándonos la oportunidad de perfeccionar y concretar un alto nivel de “conocimiento” de nuestras capacidades espirituales.

Disuelve los límites de la mente concreta capacitándonos para empezar a coordinar la dimensión intuicional o álmica (a la que abrimos el portal 11-11) y que nos permite empezar a comprender la “unidad” como el movimiento verdadero hacia la Ascensión armónica.

La sabiduria de la vida de Venus nos otorga una confianza que va más allá de cualquier credo mezclándose con Júpiter que es capaz de impulsarnos a un pensamiento y una acción enfocada en la buena voluntad y los cambios en hermandad.

Despierta nuestra capacidad para percibir el amor de forma conpleta y transformadora. Estas energías que refinan nuestra percepción de la energia de amor nos permite empezar a utilizar las herramientas del mago blanco o hombre-dios, donde la visualización (intención enfocada) se ve ahora llena del sentimiento justo que conduce a la realización del propósito.

Así pues durante esta luna nueva, llega el momento de empezar a desplegar nuestro potencial mental. Llega el trabajo consciente y enfocado en unidad de la ley de la atracción potenciada por estas grandisimas corrientes energéticas universales.

Son pues unos días llenos de experiencias nuevas, de pruebas, de ejercicios para poner a prueba el poder del pensamiento colectivo, hasta que en el plenilunio…nuestra mente enfocada y entrenada sea capaz de percibir de forma reluciente y clara “la meta”.